jueves, 18 de agosto de 2016


¿SON BÍBLICOS LOS PACTOS PARA SER “BENDECIDOS”?
(9 falsos argumentos del evangelio de la prosperidad. Parte 9)

Por Luís Orlando Pulache Vásquez.

“Ahora, pues, yo he determinado hacer pacto con Jehová el Dios de Israel, para que aparte de nosotros el ardor de su ira.” (2Cr 29:10)
- Otras de las erradas enseñanzas es que si el creyente pacta en fe con Dios con una ofrenda material, Dios estará sujeto a retribuirle de acuerdo al pacto que se haya hecho. Esto, por supuesto no es bíblico.
- Primeramente diremos que existen dos clases de pactos en la Biblia: El pacto bilateral y el pacto unilateral.
- El pacto bilateral era el acuerdo entre dos personas que voluntariamente aceptaban los términos de ese convenio. Como ejemplo están el pacto de amistad entre David y Jonatán 1S: 18:3-4, el pacto de matrimonio Mal: 2:14 y los pactos políticos Jos: 9:15. Bíblicamente Dios nunca ha entrado en esta clase de pactos bilaterales de igualdad con los hombres.
- El pacto unilateral era la disposición impuesta por una persona superior a otra inferior, siendo ésta última llamada a obedecer las disposiciones. Por ejemplo: Acab derrotó a los sirios y les impuso un pacto con ellos 1R 20:34, el rey de Babilonia tomó también a uno de la descendencia real e hizo pacto con él Ez 17:13. En pactos como estos, los términos los imponían una potencia militar superior; por tanto, no eran acuerdos mutuos.


- Los pactos que Dios ha establecido con el hombre han sido de carácter unilaterales, donde Él daba la iniciativa y ponía sus condiciones. Hizo un pacto unilateral con Adán, Noé, Abraham, Israel, David. Algunos de estos pactos eran condicionales, como el caso del pacto que estableció con Israel (bendición o maldición condicionada a la obediencia); otros pactos como el que hizo con Noé  (no destruir la tierra con agua) y Abraham (de su simiente saldría su pueblo Israel) eran de carácter incondicional.
El Dios del ESCRITO ESTÁ no negocia tratos con nadie. El establece declaraciones, no tratos. El pacto con Abraham no fue una proposición bilateral sino fue una promesa unilateral. A Abraham solo le quedaba hacer una cosa: humillarse ante quien lo establecía.
“Y pondré mi pacto entre mí y ti, y te multiplicaré en gran manera. Entonces Abram se postró sobre su rostro.” (Gn 17:2-3)
- En estos pactos unilaterales, Dios no estaba sujeto a ninguna demanda echa por el hombre ya que él es el Dios Soberano quien daba la iniciativa y ponía sus soberanas imposiciones y condiciones. El hombre solo tenía que responder con su obediencia y fe, al pacto establecido por su Dios. Por eso cuando en el texto de 2Cr 29:10 encontramos al rey Ezequías diciendo “yo he determinado entrar en pacto con Jehová”, no estaba diciendo que él iba hacer pacto con Dios y ponerle sus demandas. Él en realidad estaba diciendo: “ahora sí verdaderamente cumpliremos el pacto que nuestro Dios nos ha establecido, ya que no lo hemos estado cumpliendo”.
- Lea detenidamente el contexto de todos los versículos que tengan que ver con entrar en pacto con Dios, y se dará cuenta que no nos hablan de nuevas imposiciones o convenios hechos por el hombre, sino que nos habla de arrepentimiento, para volver a cumplir el pacto establecido por Dios, ya que no se ha estado cumpliendo. Es por esta razón, que siempre encontramos diciendo a Dios “mi pacto” y no “nuestro pacto” o “tu pacto”.
- La era de los pactos de Dios, quedó abolida cuando nuestro Señor Jesucristo instituyó el Nuevo Pacto con su sangre sacrificial.
- Hoy en día se confunde a los creyentes, y hasta a los inconversos, para hacerlos entrar en pactos con Dios, mal interpretando el carácter de los pactos del Antiguo Testamento. Además no motivan a los creyentes para que hagan pactos de andar en obediencia, sino que les motivan con falsas adulaciones a que entren en pacto con Dios por medio del dinero, y para el dinero. Es verdad que en el Antiguo Testamento, cada vez que se establecía un pacto, se presentaban ofrendas, pero éstas no eran el pacto en sí, sino que eran ofrendas de paz por agradecimiento. Pero hoy en día el carácter de los pactos son las ofrendas económicas del hombre. Ni siquiera en esto se parece a los pactos del Antiguo Testamento. No se deje engañar con estos falsos pactos. Son solo artilugios para sacar dinero a las personas.
- ¿Pero qué si ese pacto es para apoyar la obra de Dios? Nada justifica que se engañe a las personas con los “pactos de fe”, ni siquiera el hacerlo para la obra de Dios. Su obra se sostiene a través de las ofrendas voluntarias de la iglesia. La obra de Dios se hace a la manera de Dios, y no por medio de esfuerzos y estrategias humanas. El fin no justifica los medios. Recuerde que la fe está basada en la perfecta Palabra escrita de Dios, y no en lo que nuestro corazón desea. Y los supuestos “pactos de fe” con Dios no tienen fundamento escritural.
- El ministro Jim Bakker (En su mejor época llegó a recolectar mas de 170 millones de dólares en un solo año) En 1989 fue encontrado culpable de 24 cargos de fraude. Él escribió: “Ya es hora de que el llamado del pulpito sea cambiado de ¿Quién quiere una vida de placeres y cosas buenas, nuevas casas, automóviles, posesiones materiales, etc?, a ¿Quién viene al frente y acepta a Jesucristo y la comunión de su sufrimiento?”
- ¿Sabes por qué la gente pacta con Dios por un milagro financiero o cualquier otro deseo? Pues porque ellos quieren todo por arte mágico, todo por un milagro y no sacrificarse diariamente. Algunos gustan de ir a los gimnasios para ejercitar sus cuerpos (procesos), pero otros prefieren usar parches en el cuerpo. Otros estudian inglés diariamente, otros estudian la técnica de estudiar inglés dormidos, etc. De igual manera, Dios no es un Dios de cosas instantáneas, sino un Dios de procesos.
- Jesús no es una fórmula mágica que podamos usar para abrir las puertas de bendición. Él es el Señor de señores y Rey de reyes., que vino a redimirnos de nuestros pecados para llevarnos al Padre. Su Palabra no es un contrato que podamos usar para obligarlo a bendecirnos.

Final.
Dios te bendiga.

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