jueves, 18 de agosto de 2016


¿ES VERDAD QUE DIOS TE DA LA SEMILLA PARA QUE SIEMBRES EN “BUENA TIERRA”?
(9 falsos argumentos del evangelio de la prosperidad. Parte 7)
Por Luís Orlando Pulache Vásquez.

“Y el que da semilla al que siembra, y pan al que come, proveerá y multiplicará vuestra sementera, y aumentará los frutos de vuestra justicia.” (2Co 9:10)
- En la edad media un monje llamado Johann Tetzel engañaba a las personas, vendiendo indulgencias, que no eran otra cosa que absoluciones especiales de castigo por el pecado cometido, ofrecidas, claro está, por él. Él decía:
"tan pronto como la moneda en el cofre suena,
el alma sale del purgatorio sin pena”
- Hoy en día, eso mismo hacen muchos ministros del evangelio de la prosperidad, ofreciendo a las personas, libertad de la pobreza financiera, si envían una semilla de fe a sus ministerios. Estos ministros, solo han cambiado la moneda de oro, por la semilla de fe, y la indulgencia, por la bendición material. Estos predicadores no prometen el cielo, pero si la prosperidad material, llamando a las personas a sembrar en sus “ministerios exitosos” auto llamados “buena tierra”. ¿Pero es realmente eso lo que dice las Escrituras? Según el contexto, no. Veamos:
- En primer lugar diremos que  todo el capítulo 8 y 9 de 2 a los Corintios se trata de un solo tema: ayudar a los necesitados de la iglesia.
“Pero esto digo: El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará. Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre.” (2Co 9:6-7)
En estos versículos, Pablo le dice a la iglesia de Corinto, que Dios bendice de acuerdo a la generosidad, no a según la cantidad, sino según la actitud, es decir, de acuerdo a lo que tenemos, en otras palabras, el que tiene más, da más; y el que tiene menos, da menos (la ofrenda de la viuda pobre), que lo dé voluntariamente y no por obligación, porque Dios ama al dador alegre. El amor de Dios es activo, bendecirá activamente al que da con esa buena actitud. Pero recuerde que lo dice con la finalidad de dar para ayudar a los necesitados de la iglesia. Así lo confirman los versos anteriores como los siguientes:
“Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra.” (2Co 9:8)
Aquí Pablo nos enseña que Dios tiene todo el poder para bendecirnos lo suficientemente bien, como para “abundar para toda buena obra”, en otras palabras, ayudar al necesitado con nuestras obras de justicia. Así lo confirma en el siguiente verso 9:
“Como está escrito: Repartió, dio a los pobres; su justicia permanece para siempre.” (2Co 9:9)
Pablo cita aquí un texto del Salmos 112 para decirle a la iglesia, que ya en el antiguo Pacto, Dios dio este mandamiento de ayudar a los necesitados de su pueblo. El significado hebreo de la palabra que aquí se ha escrito como pobre, no es exclusivamente a lo que nosotros entendemos como pobres, que no tienen nada, sino aquel que trabaja duramente para el sustento diario. Es decir, para un creyente que tiene con las justas para comer. Bajo este contexto, es que Pablo pone como ejemplo una analogía: El que siembra y el que cosecha.
- ¿Pero entonces qué significa que “Él que da semilla al que siembra, y pan al que come? Lo que Pablo nos está diciendo cuando dice que Dios da a unos SEMILLA y a otros PAN. Es que Él le da a unos semillas de trigo, las cuales hacen el pan, es decir, les bendice más allá de sus necesidades básicas, ya que tienen para sembrar. Sin embargo a otros, Dios solo les da el pan, es decir, lo necesario para vivir. Y eso es lo que estaba pasando en la iglesia primitiva, y está y seguirá pasando el su iglesia de hoy.
¿Pero por qué Dios da a unos, semillas (mas abundantemente de lo necesario) y a otros solo les ha tocado el pan (lo necesario)? Pues para que al que le tocó la semilla, haga lo que nos dice en el versículo 6: “sembrar en el necesitado”. Esa es la genuina siembra de amor que Dios ordenó a su pueblo. Ese es el balance, el equilibrio que Dios nos manda guardar en su iglesia. Somos nosotros los mayordomos de la economía de su iglesia. 

Por eso, Pablo les continúa diciendo en el mismo verso 10, que “Dios proveerá y multiplicará vuestra sementera, y aumentará los frutos de vuestra justicia”. Aumentar la sementera significa que Dios bendecirá al alma generosa. Y es que la función de la semilla es de multiplicarse para dar fruto. Cuando Dios pone en nuestras manos sus maravillosas bendiciones, éstas tienen que convertirse en semillas de amor, las cuales sirven para dar pan al necesitado. Esa es la siembra que agrada al corazón de Dios.

¿Sabe cómo Dios suple las necesidades de los pobres de su pueblo? Pues lo hace a través de los sembradores. Es por eso la promesa de Dios de que Él aumentará nuestra sementera, nuestra semilla, nuestras bendiciones para seguir sembrando en el necesitado. Todo esto concuerda con todo lo que enseña el Nuevo Testamento, que Dios bendice a muchos con el fin de ayudar a los necesitados dentro de su pueblo.
- Finalmente Pablo nos dice que “aumentarán lo frutos de nuestra justicia”, es decir, de esta forma nuestras buenas obras de justicia serán abundantes.
Recuerde que dar y recibir, sembrar y cosechar, es un ciclo de amor y generosidad, donde el que sale siempre ganando, es el que da o siembra.
“En todo os he enseñado que, trabajando así, se debe ayudar a los necesitados, y recordar las palabras del Señor Jesús, que dijo: Más bienaventurado es dar que recibir.” (Hch 20:35)
Alguien dijo por allí, que el hombre de un salario de 100.000 dólares no necesita de un estilo de vida de 100.000 dólares.
Este es el verdadero sentido de sembrar para cosechar. Pero este evangelio de la prosperidad han convertido el plantar una semilla con enviar dinero para que Dios te de mas dinero. Dar para recibir. Eso es dar por interés. Cuando la biblia no enseña que Dios bendice abundantemente a los que siembran en siervos o ministerios exitosos. Dios bendice con abundancia al que siembra o ayuda generosamente al necesitado. Él multiplica su sementera:
Hay quienes reparten, y les es añadido más; y hay quienes retienen más de lo que es justo, pero vienen a pobreza. El alma generosa será prosperada; y el que saciare, él también será saciado.” (Pr 11:24-25)

Continuará en el 8 falso argumento de la falsa prosperidad...
Dios te bendiga.

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