¿ES VERDAD QUE CRISTO SE HIZO POBRE PARA HACERNOS RICOS MATERIALMENTE?
(9 falsos argumentos del evangelio
de la prosperidad. Parte 1)
Por Luís Orlando Pulache Vásquez.
“Porque
ya conocéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que por amor a vosotros se
hizo pobre, siendo rico, para que vosotros con su pobreza fueseis enriquecidos” (2Co 8:9)
- Los que sostienen este argumento señalan que
la pobreza material de Cristo fue para hacernos ricos materialmente, ya que
según ellos, el apóstol Pablo no pudo estar hablarnos en un mismo versículo de
la pobreza material de Cristo para luego hablarnos de la riqueza espiritual de
la iglesia. Sin embargo esto no es del todo cierto, ya que en la Biblia sí encontramos
a Dios hablando de la riqueza material en contraste con la pobreza espiritual
en un mismo versículo.
“Yo
conozco tus obras, y tu tribulación, y tu pobreza (pero tú eres rico)..”
(Ap 2:9)
Vemos pues, que aquí Dios se estaba refiriendo
a la pobreza material de la iglesia de Esmirna, y de su riqueza espiritual, al mismo
tiempo.
- ¿Pero a qué se estaba refiriendo
verdaderamente el apóstol Pablo cuando dijo que la pobreza de Cristo fue para
enriquecernos? Según el contexto, el apóstol Pablo se estaba refiriendo a SER
RICOS PERO PARA CON DIOS. Leamos el contexto:
“Asimismo, hermanos, os hacemos saber la gracia de Dios que se ha dado a las iglesias de Macedonia; que en grande prueba de tribulación, la abundancia de su gozo y su profunda pobreza ABUNDARON EN RIQUEZAS DE SU GENEROSIDAD. Pues doy testimonio de que con agrado han dado conforme a sus fuerzas, y aun más allá de sus fuerzas, pidiéndonos con muchos ruegos que les concediésemos el privilegio de participar en este servicio para los santos” (2Co 8:1-4)
Pablo les dice a los corintios, que los
hermanos de las iglesias de Macedonia eran materialmente muy pobres, pero que
según la perspectiva de Dios, ellos eran ricos, puesto que abundaban en
riquezas de generosidad (tenían un corazón rico por ser generosos) Por eso, lo
que Pablo enfatizó en los capítulos 8 y 9, no era que los hermanos de Corinto
buscaran ser ricos ni que Dios deseara que lo fueran, él enfatizó que ellos
eran ricos, pero en generosidad.
- Veamos lo que les dice en 2Co 8:7:
“Por
tanto, como en todo abundáis, en fe, en palabra, en ciencia, en toda solicitud,
y en vuestro amor para con nosotros, abundad también en esta gracia.”
Pablo les dice a los hermanos de Corinto que
ellos ya abundaban en dones y en algunas virtudes, pero que él deseaba que
también ABUNDARAN en “esta gracia”. ¿A qué gracia se refería Pablo?
Pues al DESPRENDIMIENTO DE LO QUE TENÍAN PARA AYUDAR AL NECESITADO.
Esta era la abundancia o riqueza de generosidad a la cual Pablo se estaba
refiriendo. Y pone como ejemplo a nuestro Señor Jesucristo, el cual abundó en
“esa gracia”, ya que se desprendió de todo lo que tenía en el cielo para que
nosotros seamos ricos pero para con Dios. Es decir, que nosotros hagamos lo
mismo que Él.
- Recuerde, ante los ojos de Dios usted puede
ser considerado un hombre rico, y al mismo tiempo ser considerado por este
mundo materialista como un hombre pobre.
“Como
entristecidos, mas siempre gozosos; COMO POBRES, MAS ENRIQUECIENDO A MUCHOS;
como no teniendo nada, mas poseyéndolo todo”
(2Co 6:10)
Cuando Pablo hablaba de riquezas, estaba
hablando en el lenguaje del Dios nuevo testamentario, y no en el lenguaje
humano materialista. Por eso Pablo afirmó que él había enriquecido a muchos,
pero sabemos que Pablo no hizo millonario a nadie; lo que quiso decir es que él
hizo ricos para con Dios a muchos, es decir, se despojó de bienes materiales para
ayudar a otros. Y así con su ejemplo, formó creyentes generosos que apoyaban la
obra de Dios y suplían las necesidades de los pobres. Pablo sabía que su
verdadera riqueza estaba reservada en los cielos. Él sabía que en Cristo lo
tenía todo en los cielos.
- Veamos un ejemplo de alguien que no es rico
para con Dios:
“También
les refirió una parábola, diciendo: La heredad de un hombre rico había
producido mucho. Y él pensaba dentro de sí, diciendo: ¿Qué haré, porque no
tengo dónde guardar mis frutos? Y dijo: Esto haré: derribaré mis graneros, y
los edificaré mayores, y allí guardaré todos mis frutos y mis bienes; y diré a
mi alma: Alma, muchos bienes tienes guardados para muchos años; repósate, come,
bebe, regocíjate. Pero Dios le dijo: Necio, esta noche vienen a pedirte tu
alma; y lo que has provisto, ¿de quién
será? Así es el que hace para sí tesoro, y no es rico para con Dios” (Lc 12:16-21)
Este hombre rico fue duramente reprendido por
Dios, no por ser materialmente rico, sino por amar a sus riquezas, la cual lo expresaba
de dos maneras: Primero, el no tener en cuenta a Dios en su presente y futuro,
y segundo, en no ser rico para con Dios.
¿Pero qué significa no ser rico para con Dios?
Pues es ser egoísta, no proveyendo para los necesitados. Así lo confirma el
contexto, en los versículos mas abajo:
“Vended
lo que poseéis, y dad limosna; haceos bolsas que no se envejezcan, tesoro en
los cielos que no se agote, donde ladrón no llega, ni polilla destruye” (Lc 12:33)
- Un hombre rico para con Dios es aquel hombre
que abunda en virtudes divinas y que son expresadas en obras de generosidad,
sin importar si posee recursos materiales o no (Recuerde que los hermanos de
Macedonia, eran muy pobres, sin embargo, abundaron en riquezas de su
generosidad)
El creyente rico para con Dios, por ser
generoso en la tierra, es el que va acumulando riquezas en los bancos de los
cielos, aunque ésta no sea su intención.
“Vended
lo que poseéis, y dad limosna; haceos bolsas que no se envejezcan, tesoro en
los cielos que no se agote, donde ladrón no llega, ni polilla destruye. Porque
donde está vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón.” (Lc 12:33-34)
“Entonces
Jesús, mirándole, le amó, y le dijo: Una cosa te falta: anda, vende todo lo que
tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme, tomando tu cruz.” (Mr 10:21)
¿Se da cuenta que los ricos para con sí mismos
son los que aman sus riquezas y también los que tienen el deseo de
enriquecerse, y que los ricos para con Dios son los que tienen sus tesoros en
los cielos y no en la tierra, por causa de que han ayudado al necesitado?
“Que hagan bien, que sean ricos en buenas obras,
dadivosos, generosos.” (1Ti 6:18)
Vemos pues, que según la perspectiva del
mundo, este hombre rico era próspero y triunfador, sin embargo, ante los ojos
de Dios, él era un pobre desdichado que solo se afanó en hacer tesoros en la
tierra. Recuerde, que lo que define su riqueza o miseria ante los ojos del Juez
del universo, no es lo que ud. posee, sino en lo que hace con él.
Continuará
en el 2 falso argumento de la falsa prosperidad...
Dios te bendiga.
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